La motivación laboral es uno de los factores clave de éxito en las empresas. De hecho, cuando los empleados están motivados, se suelen sentir más a gusto realizando sus tareas y la productividad se ve incrementada. Esto, por supuesto, repercute directamente en las ganancias de la propia empresa. Por contrapartida, cuando los trabajadores están desmotivados, su productividad se resiente y, como consecuencia, la organización puede sufrir pérdidas económicas.
Esto se debe a que las tareas no se terminan de hacer en los plazos establecidos y la calidad del trabajo es inferior a lo habitual debido a que se dan errores humanos frecuentes. Como consecuencia, es posible que los clientes queden insatisfechos y busquen cubrir su demanda de productos y servicios a otras empresas de la competencia. En última instancia, cuando la motivación de los trabajadores es baja, esto puede ser nefasto para la supervivencia de cualquier negocio.
Mantener la motivación laboral en la empresa no siempre es tarea sencilla, ya que depende de diferentes factores. Sin embargo, es necesario que sepas que, tanto en sentido positivo como negativo, la motivación laboral “flota en el ambiente” y “se contagia”. Esto quiere decir que, si la mayoría de los empleados están motivados, es probable que termine reinando un clima de trabajo positivo. Sin embargo, en el caso contrario, puede extenderse un clima negativo de hartazgo y desesperanza.
Por este motivo, para incrementar la motivación laboral en tu organización, es necesario que conozcas que se pueden dar diferentes tipos de motivación en una empresa. Continúa con la lectura de este artículo si quieres conocerlos con todo lujo de detalles y aplicar estos datos al entorno laboral de tu empresa.
Motivación intrínseca
Se trata del tipo de motivación laboral que se traduce en la motivación a nivel individual. Se da en aquellos trabajadores que se encuentran perfectamente alineados con los objetivos principales de la empresa. Es decir, se encuentran cómodos e identificados con las labores que realizan en su puesto de trabajo y los resultados son intangibles. Entre ellos, podemos citar la satisfacción personal por realizar su trabajo y los elogios por parte de sus compañeros y superiores.
En rasgos generales, podemos decir que este tipo de motivación puede hacer que el trabajador, a nivel individual y personal, se sienta mucho mejor consigo mismo al lograr sus objetivos. Entre ellos, podemos encontrar algunas acciones que pueden incrementar la motivación intrínseca que deben partir del líder de la organización.
Por ejemplo, podemos destacar el hecho de reconocer y agradecer el esfuerzo y el tiempo dedicado a hacer un trabajo, en especial cuando este está bien hecho. También puedes trabajarla explicando lo importante e imprescindible que es el trabajo que un trabajador está realizando, demostrando que depositas tu confianza en él asignándole responsabilidades y opciones de flexibilidad laboral para que se sienta lo más cómodo posible. Una buena comunicación es muy importante dentro de los tipos de motivación que se dan en una empresa.
Motivación extrínseca
Se trata de un tipo de motivación laboral que no tiene que ver con el empleado a nivel individual, sino que viene del exterior, generalmente, por parte del empleador o de los superiores. Son factores que, aunque no exclusivamente, suelen tener un determinado coste para la organización empresarial y que representan una recompensa o agradecimiento por parte de la organización por el buen desempeño de un empleado realizando las funciones asignadas.
Dentro de este tipo de motivación laboral encontramos los incentivos económicos, como, por ejemplo, las comisiones, las bonificaciones o un aumento de sueldo. También podemos mencionar la oportunidad de obtener un ascenso, así como recompensas no monetarias, como disponer de pequeños descansos en la jornada laboral o salidas a comer pagadas y, por supuesto, flexibilidad en cuanto a la jornada laboral e incluso días libres otorgados como premio por su buen desempeño laboral.
Motivación trascendente
Suele venir de la mano con uno de los dos tipos de motivación que hemos mencionado ya, o mejor, incluso con los dos. Esta se consigue a nivel colectivo y, dependiendo de si se realiza correctamente o no, puede tener un impacto positivo o negativo en el ambiente laboral que todos los trabajadores de una organización respiran.
Para fortalecer este tipo de motivación laboral de forma positiva, es necesario que se valore el trabajo en equipo y se ofrezcan recompensas en grupo. De esta manera, todos los empleados trabajarán codo con codo y se ayudarán entre ellos para conseguir este premio de forma colectiva.
También puede fortalecerse cuando eliges trabajadores que están de acuerdo con los valores de la empresa, valores que se deben conocer y respetar. Asimismo, para ello, como líder, debes ser un ejemplo a seguir por parte de todo el equipo de trabajo, aportando positividad, ganas y transmitiendo buenas energías a los empleados. Debes saber cuáles son sus fortalezas tanto a nivel individual como colectivo y proporcionarles la posibilidad de formarse en determinados campos y seguir aprendiendo para mejorar en sus labores y sentirse realizados.
Descubre nuestro team building Viviendo del Cuento
En definitiva, ahora que sabes qué tipos de motivación existen en el trabajo, te recomendamos hacer todo lo posible para potenciarlas y, así, mantener empleados fuertemente motivados y comprometidos con la misión, la visión, los valores y los objetivos de tu empresa. Para ello, te recomendamos apostar por nuestro team building Viviendo del Cuento, ya que, gracias a las actividades de team building que realizamos, podemos potenciar los diferentes tipos de motivación laboral y otras áreas muy importantes dentro del trabajo en equipo.
Esperamos que este artículo sobre los distintos tipos de motivación laboral que se pueden dar en una empresa te haya resultado de utilidad y que, gracias a nuestros consejos sepas mantener e incrementar la motivación de tus empleados. De esta manera, podrás alcanzar las metas y los objetivos de tu organización para incrementar la productividad y, por supuesto, las ganancias.