El liderazgo es uno de los aspectos más valorados en una empresa. Una persona con dotes de liderazgo es capaz de motivar a sus compañeros y miembros del equipo, pero también de hacer que se sientan miembros del equipo, que se cumplan los objetivos y que se invierta mejor el tiempo. El liderazgo permite conseguir objetivos a corto, medio y largo plazo, favorece el trabajo en equipo, mejora el ambiente laboral y, por supuesto, aumenta las ventas y los beneficios. Hay muchos tipos y estilos de liderazgo, tanto en la empresa como fuera de ella. En este artículo te explicamos cuáles son los tipos de liderazgo, pero también los estilos de liderazgo. Si quieres saber más sobre liderazgo y gestión de equipos, lee este artículo.
¿Qué es liderazgo?
El liderazgo es la condición de líder, se trata de la capacidad que tienen algunas personas de influir, motivar, organizar y llevar a cabo diferentes acciones con el objetivo de lograr unos fines y objetivos específicos influyendo sobre los demás. La condición de liderazgo es un potencial que se puede desarrollar de diferentes formas y en situaciones muy diversas, como puede ser en el ámbito laboral, educativo, familiar, deportivo, social, político… En definitiva, el concepto de liderazgo tiene que ver con la capacidad que se desarrolla a partir de un potencial variado en personas y grupos, por lo que liderazgo y gestión de equipos están muy relacionados entre sí.
Cuando hablamos de las características de un líder nos encontramos con todas aquellas habilidades que le permiten utilizar el poder de manera eficiente y responsable. Es decir, sin abusar de él y aprovechándolo para comprender las motivaciones de los seres humanos, la forma de actuar de cada uno y sus circunstancias. Las habilidades de un buen líder permiten desarrollar diferentes estrategias para motivar a cada uno de los integrantes de un grupo logrando así una mayor estabilidad, buen ambiente y los objetivos empresariales establecidos. El líder debe ser capaz de inspirar y servir como referencia al resto de los miembros de un equipo.
Tipos de liderazgo
Existen diferentes tipos de liderazgo, en función de cómo motivan al personal y de las características específicas de su condición. Estos están bien diferenciados en los puestos de mando, dependiendo de la gestión y son los siguientes:
Tipos de liderazgo: el experto
El líder experto o especialista es el que dirige cuando resulta necesario, por ejemplo, cuando se quiere transmitir unos conocimientos específicos sobre una materia. Es el que se encarga de mantener el estándar de calidad gracias a su conocimiento en un tema en concreto. Este transmite el conocimiento al resto de los miembros de un equipo y queda a disposición de los mismos para cualquier duda o consulta. Se trata de un tipo de liderazgo centrado en el asunto como tal, pero presta menos atención a la gestión del personal.
Tipos de liderazgo: el manager
Este tipo de líder es el que planifica el trabajo y lleva a cabo todo tipo de áreas organizativas, además de dar instrucciones. Este tipo de liderazgo se centra en fijar objetivos, planificarlos, tomar decisiones y dar instrucciones o comunicar las indicaciones. Es lo que se conoce como dirección o gestión empresarial.
Tipos de liderazgo: el líder
El líder es el que motiva a los empleados a nivel personal y se encarga de dirigirlos. Es una persona capaz de transmitir una visión de trabajo y una perspectiva a largo plazo. Entre sus cualidades destaca la capacidad de movilizar y motivar a los empleados, involucrar al equipo en el proyecto, despertar el potencial y cohesionar al equipo.
Estilos de liderazgo
Independientemente de los diferentes tipos de liderazgo y gestión de equipos de los que hemos hablado, es importante tener en cuenta que también existen diferentes estilos de liderazgo —esto tiene que ver con la forma en la que se dirige o cómo se hace—. En este apartado te explicamos cuáles son los estilos más comunes:
Estilos de liderazgo autocrático
En este estilo de liderazgo el líder o líderes tienen un poder absoluto sobre la figura del trabajador de una empresa. Se trata de una de las opciones menos recomendadas, sin duda, puesto que muchos de los empleados se sienten mal con el trato recibido y ello suele derivar en una mayor rotación de personal. En este tipo de liderazgo los supervisores toman las decisiones y fijan las directrices sin la participación del grupo de trabajo.
Estilos de liderazgo carismático
El estilo carismático inspira entusiasmo en el equipo de trabajo, ahora bien, puede resultar demasiado enérgico para conducir a todo el personal. El problema de este tipo de liderazgo es que los líderes suelen creer más en sí mismos que en los equipos con los que trabajan.
Estilos de liderazgo burocrático
Es un tipo de liderazgo más teórico. El estilo de liderazgo burocrático se basa en seguir las reglas de forma rigurosa y en asegurarse de que todo lo que se haga sea preciso. Es un estilo muy adecuado en condiciones en las cuales puede haber riesgos en cuanto a la seguridad se refiere, pero también en empresas minuciosas donde cada acción tiene consecuencias.
Estilos de liderazgo democrático
El estilo democrático es adoptado por los líderes que priorizan la participación de todo el grupo. En este tipo de liderazgo se promueven las opiniones del grupo, aunque la decisión final la toma el líder. Este último mejora la satisfacción del resto de miembros del equipo, los cuales se sienten más motivados a trabajar duro —incluso más que por una recompensa económica—. Con este tipo de liderazgo se logran excelentes resultados, la calidad es mucho más importante que la velocidad.
Estilos de liderazgo transaccional
Es un estilo que toma como modelo las transacciones, es decir, la acción-recompensa. El estilo transaccional premia a los empleados por el desempeño laboral, además los líderes se benefician porque cumplen con las tareas, lo que significa una mayor productividad.
Estilos de liderazgo Laissez-Faire
Laissez-Faire es una expresión francesa que significa “Deja hacer”. Se trata de un tipo de liderazgo basado en la delegación y en dejar que los miembros del equipo tomen sus decisiones e intervenir sólo cuando sea necesario. Se delega en la función de los expertos que llevan a cabo su trabajo. Es un estilo de liderazgo con poco feedback.