Los roles de trabajo comprenden todas las tareas que deben realizarse en un determinado entorno laboral para poder cumplir con los objetivos. Pero no solo eso, también para asegurar la productividad y para que los resultados sean los esperados. Los roles de trabajo pueden ser de varios tipos, como vamos a ver en este artículo. Todos ellos, además de cumplir con la función de mejorar el rendimiento de la empresa, sirven para comprender la identidad de la empresa y para potenciar los puntos fuertes y débiles de cada empleado. Por supuesto, los roles de la empresa tienen otra función que resulta también muy destacada y fundamental para conseguir el objetivo de mejorar el rendimiento, esta es la de potenciar el liderazgo.
El liderazgo favorece el trabajo en equipo, mejora el clima laboral, ayuda a lograr a conseguir objetivos a corto, medio y largo plazo, reduce las ausencias laborales y, por supuesto, mejora el rendimiento empresarial. Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los roles en equipo, los estilos de liderazgo y cómo potenciar el liderazgo empresarial. ¡Vamos a ello!
Roles de un equipo de trabajo para mejorar la productividad
Las empresas necesitan diferentes roles para funcionar adecuadamente y mejorar la productividad. Cada uno de los roles tienen sus diferentes características y esto es algo que tiene que ver con el perfil profesional de cada quien, pero también con la personalidad de los diferentes integrantes. Y es que el capital humano es el principal de los recursos de una empresa, este resulta clave si es concebido como una unidad, pero también si, además, se integra en el marco de un equipo de trabajo con diferentes habilidades y con objetivo común.
- Líder del grupo: Es uno de los roles imprescindibles en la empresa. El mismo es desempeñado por las personas responsables, disciplinadas y con un amplio bagaje profesional. Se encarga de coordinar el trabajo individual, así como el grupal. Pueden existir varios tipos de líderes o liderazgos.
- Coordinador/a: Asume las tareas que el líder no puede. Se encarga de estimular a los demás, generar confianza y seguridad.
- Creativo/a: Es la persona, o personas, que propone ideas originales para implementar nuevas acciones, o para resolver problemas existentes.
- Investigador/a: El/La responsable del análisis de las situaciones de la empresa. Su función es detectar si existen deficiencias, así como controlar la calidad, entre otras.
- Motivador/a: Apoya a cada uno de los miembros del equipo.
- Especialista: Son las personas que cuentan con conocimientos específicos sobre un área determinada del trabajo.
- Rematador/a: Comprueba que se estén cumpliendo las tareas diseñadas y vigila que no falte nada.
Tipos de liderazgo
Esta clasificación general sobre los roles de trabajo nos da a entender que el funcionamiento de una empresa depende de todos, ahora bien, es necesario que exista una distinción entre los eslabones que conforman la totalidad del equipo. Y esto es así debido a que son muchas las funciones que hay que llevar a cabo y estas no pueden ser asumidas por una misma persona o por todos los empleados a la vez. En cuanto a los tipos de liderazgo, o estilos de liderazgo, ocurre algo similar —aunque esto tiene que ver, más bien, con la forma en la que se cumple con este rol—. Los diferentes estilos de liderazgo son los siguientes:
- Liderazgo Laissez-Faire: Laissez-Faire es una expresión francesa que se traduce como “Dejar hacer”. Este tipo es un liderazgo delegativo, y se utiliza en los casos en los que no hay mucha intervención, así como tampoco feedback. Se basa en intervenir solo cuando es necesario, pero en dejar a los expertos que cumplan con su función por su cuenta.
- Liderazgo democrático: Este tipo de liderazgo busca priorizar la participación de todo el grupo. Se promueven las opiniones de todo el grupo, pero la decisión final la toma el superior.
- Liderazgo autocrático: Los supervisores toman las decisiones y fijan las directrices sin la participación del grupo. El líder concentra todo el poder.
- Liderazgo transaccional: Se basa en las transacciones. Es como si fuera una acción-recompensa, por lo que los empleados reciben una bonificación o premio por el desempeño laboral y los líderes se benefician porque cumplen con las tareas —es decir, mejora la productividad—.
Cómo potenciar el liderazgo y gestión de equipos
Para responder a cómo potenciar el liderazgo y la gestión de equipos hay que tener en cuenta todo lo que hemos explicado hasta ahora, es decir, los tipos de roles que existen y los diferentes liderazgos, así como otras cuestiones. Te recomendamos que consideres los siguientes aspectos:
Definir roles de la empresa: el líder y los roles más importantes.
No todos los roles son necesarios en una empresa. Influye mucho cuál es la función que desempeña, pero también la cantidad de empleados que la conforman. En algunos casos una persona podrá asumir diferentes roles, y en otros será necesario crear esta especialización. Eso sí, nunca debe faltar el líder. Como decíamos más arriba, este puede ser el jefe, pero también otra persona, como el coordinador. En las empresas de gran tamaño, el liderazgo empresarial será ejecutado por cada uno de los responsables de los equipos. Es decir, hay varios líderes.
Escoger el liderazgo empresarial más acorde a las necesidades de la empresa
Dependiendo de la naturaleza de la empresa hay que tener en cuenta también el tipo de liderazgo que más conviene. Así pues, no es lo mismo una fábrica de producción en cadena, que una empresa familiar dedicada a la venta de zapatos. En el primero de los casos posiblemente se necesiten varios líderes y diferentes tipos de liderazgo, mientras que el segundo, con uno democrático será necesario.
El perfil del líder
Otra de las cosas más importantes a la hora de potenciar el liderazgo es trabajar en el perfil del líder. Este debe pensar en la empresa, pero también en los trabajadores. Se trata de hacer saber a los demás que forman parte de la compañía y que son una pieza fundamental en el mecanismo que la hace funcionar. Además, un buen líder debe ser capaz de lograr lo siguiente:
- Potenciar las habilidades comunicativas.
- Confiar en el equipo.
- Tener una actitud positiva.
- Estar en continua formación.
- Dar ejemplo.
- Ser justo.
- Motivar al equipo.
- Apelar a los valores (para motivar al equipo).
- Celebrar los pequeños logros.
- Ser transparente.
- Informar de problemas.
- Subrayar cuando las cosas se hacen bien.
- Desarrollar el potencial del equipo.
- Exigir al personal, para salir de la mediocridad y superar las dificultades.
- Localizar los roles motivadores y priorizar su desarrollo profesional.
- Acabar con lo que se empieza.