El colegio de ingenieros industriales cumplía 75 años. La ocasión merecía solemnidad, pero nos buscaron para retarnos a poder dar un toque de dinamismo y de acercamiento a las nuevas generaciones con un mensaje más fresco. Pues manos a la obra.
Uno de esos eventos donde pones todo el arte en que el humor sutil, bien hilado y muy cuidado, vaya adueñándose del contexto y que la comunión entre presentadores e invitados sea total para que la marca brille y el evento sea un éxito. Prueba superada.






